Pollo cannábico con salsa curry

Hoy os queremos dejar esta sustanciosa y rica receta, que esta buenísima.

Ingredientes:

1/3 taza aceite de cannabis

2 pechugas de pollo grandes, cortado en cuadritos

1 cucharada de aceite vegetal

1 cebolla grande, rebanada

1/3 taza de lata de guisantes

1 ramito de coriandro, picado

Jugo de 1 limón grande

1 puede encender la crema de coco

1 cucharada salsa de pescado

Pasta de curry verde 1 paquete

3/4 taza de caldo de pollo

Instrucciones:

Cocina el pollo en cubos en una olla grande en 1 cucharada de aceite vegetal hasta que partes de cubos estén doradas. Retira el pollo de la cacerola y deja que se asiente sobre una toalla de papel para drenar el aceite. Encender fuego bajo y agregue el aceite de oliva de cannabis al sartén.

Agrega las cebollas en rodajas y cocine hasta que estén ligeramente doradas. Añade la pasta de curry verde al gusto (generalmente comienzan con la mitad de un paquete y ver si es lo suficientemente picante).

Añadir la crema de coco, el caldo de pollo y los guisantes. Revuelve hasta que estén mezclados. Añadir el pollo en la sartén y agregue el zumo de limón, salsa de pescado y 3/4 del cilantro. Remueve a fuego medio y deje que la salsa espese lentamente sin hervir. Puede tardar más, pero la paciencia es clave para mantener la potencia del plato.

Servir sobre arroz blanco o marrón y espolvorear con el cilantro restante.

¡ADVERTENCIA!

La subida y la duración de un colocón varía mucho dependiendo de si se ingiere o se fuma la marihuana. Cuando se fuma, el subidón llega unos cinco o diez minutos después. Cuando se ingiere, puede pasar una hora o más hasta que se note el subidón. Dado que el efecto psicodélico deseado no se percibe inmediatamente, a veces se cae en la trampa de seguir comiendo, hasta acabar en una sobredosis. ¡Y todavía puede ser peor dado que es posible que el colocón dure cinco horas o más! Por eso, aunque tu cuerpo esté acostumbrado a los porros, vigila la cantidad de marihuana que consumes en una comida: más vale no repetir que arrepentirse después. Si no cultivas tus propias plantas, averigua de dónde proviene la hierba y asegúrate de que los cogollos no han sido regados con pesticidas u otros compuestos químicos que puedan ser nocivos.

Fuente: La María Club